Saboteador de vidas

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¡No te soporto! Son ya muchos años escuchando tus lamentos, tus excusas, tus patéticas historias de porque estas jodido, porque no llegas a fin de mes, porque tu jefe te odia…

Quizás tú eres uno de ellos… no sé… ni me importa… seguro que, si lo eres, desearás no haber leído este email.

Demasiado doloroso para un ego impostado…

Pero ¡espera!, antes de que te vayas, te cuento algo que quizás te haga odiarme más o quizás te abra los ojos…

Un secreto tan obvio que, quizás por ello, resulta difícil de descubrir,

Te cuento:

Coincidí el otro día con mi cuñado. Sí, ya sé, tuve un mal día… pero ¿quién no tiene un cuñado de esos que los sabe todo?, un capullo, vaya…

Me cuenta que está en horas bajas… dificultades en su trabajo, dice… Yo no me alegro, pero al menos no me toca aguantar sus bravuconadas en forma de éxitos comerciales… Ya no se pavonea tanto de ser el puto amo de las ventas.

Ahora me toca aguantar sus miserias, su “mala suerte” …

Pero, oh, ¡sorpresa! Sus éxitos siempre fueron SUS éxitos, pero resulta que, ahora, sus fracasos siempre son de OTROS.

No le queda otra, echar pelotas fuera es la mejor manera que ha encontrado para intentar salvar la cara …

Que si los precios de sus productos son más altos que la competencia

Que si su empresa no innova y se están quedando fuera del mercado

Que si su jefe no tiene ni idea de estrategia comercial

Que si sus clientes son…

Te suena, ¿no? Quizás tú también lo vienes haciendo… en el fondo, ¿a que resulta más cómodo cuando el culpable es otro?, ¿verdad? Así, de paso, ya no tienes que mirarte a ti mismo.

Pues si has llegado hasta aquí te diré cuál es el 1er paso para dejar de ser el “cuñado capullo”:

Cuando vayas a explicar la historia de tus cagadas, tus fracasos o tus lamentables resultados, no olvides nunca esta frase que te voy a decir:

“Si no eres parte del problema, tampoco podrás ser parte de la solución”

Si quieres saber más, mañana te cuento cómo termina la historia,